FASES de electroestimulación neuromuscular (NMS)

La electroestimulación muscular, como por otra parte la contracción voluntaria, debe prever una fase de CONTRACCIÓN (estimulación), seguida de una fase de REPOSO (pausa).

La fase de reposo es muy importante para el músculo; en efecto durante la contracción, la circulación capilar necesariamente es obstaculizada y, si el músculo quedara en contracción por un largo tiempo, sin una adecuada fase de reposo, se verificaría la denominada «isquemía», o sea ese estado de escasa irrigación sanguínea, muy dañina para los tejidos humanos.

El flujo sanguíneo capilar, obstaculizado durante la contracción, pero facilitado durante el reposo, constituye el medio principal de alimentación de los tejidos; los músculos, en particular, toman todos los elementos para la producción de energía (oxígeno, proteínas y enzimas varias).

Los criterios de selección de los tiempos de CONTRACCIÓN y de REPOSO, después de todo, son bastante simples, si bien necesariamente empíricos: mayor es la intensidad de la estimulación, menor deberá ser el tiempo de la fase de estimulación en relación al tiempo de la fase de reposo.

Substancialmente: si se estimula un músculo para obtener una contracción máxima, se deberá limitar el tiempo de contracción a muy pocos segundos e introducir, entre una contracción y la siguiente, un período de reposo igual a al menos 5 veces el período de contracción.

Para simular la contracción voluntaria, o simplemente para hacer menos molesta la estimulación, puede ser ventajoso introducir una fase de progresión y una fase de regresión de la estimulación; llamaremos a las dos nuevas fases de SUBIDA y BAJADA respectivamente.

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